La tarde cabe en la ventana. Entra como en un cuadro o una postal. Los colores siempre en la misma sintonía. Digamos que el día sonríe. Digamos que el día se sostiene gracias a una extraña presencia.
La tarde cabe en la ventana. Entra como en un cuadro o una postal. Los colores siempre en la misma sintonía. Digamos que el día sonríe. Digamos que el día se sostiene gracias a una extraña presencia.